¡Hola trotamundos!
Hoy publico por fin este post sobre el roadtrip de 10 días que hice en Semana Santa. El plan inicial consistía en descubrir el centro de Francia, pero vistas las previsiones meteorológicas, un día antes de comenzar el viaje decidimos cambiar el rumbo y dirigirnos a Andalucía. Sabíamos que el tiempo tampoco iba a ser excepcional, pero al menos no íbamos a estar pasados por agua durante 10 días.
Así pues, marchamos rumbo a Andalucía, haciendo una primera noche en Cuenca.
Visitamos muchos pueblitos pequeños, además de cuatro ciudades: Granada, Sevilla, Cádiz y Córdoba.
Granada
En Granada patinamos desde la plaza de Bib-Rambla, en el centro, hasta Monasterio de Nuestra Señora de la Asunción «La Cartuja». La Avenida de la Constitución parece un lugar ideal para iniciarse con el patinaje y, además, tiene unas vistas espectaculares pues al fondo de la misma se deja ver la Alhambra, preciosa.
El casco antiguo de Granada sin embargo es impracticable. Las calles están muy inclinadas, cubiertas de adoquines y con muchas escaleras. Se patina mucho más a gusto por el resto de la ciudad.
Sevilla
Sevilla es una ciudad perfecta para el patinaje y la verdad es que estoy enamorada de ella. La ciudad cuenta con numerosos carriles bici y su suelo no tiene muchos desniveles. La capital andaluza tiene el tamaño perfecto: suficientemente pequeña para poder llegar a cualquier lugar de la ciudad sobre ruedas y al mismo tiempo, suficientemente grande para poder variar de ruta a diario. Además, el clima de esta ciudad permite patinar casi todos los días del año. Permanecimos en Sevilla dos días y la recorrimos de arriba a abajo en patines, desde el estadio Benito Villamarín, por la avenida de La Palmera, hasta la Isla de la Cartuja, recorriendo calles y callejuelas del casco viejo, el precioso barrio de Triana y bordeando el Guadalquivir. Sin duda, volveremos.
Cádiz
En Cádiz únicamente dispusimos de dos horitas para visitar la ciudad y la ruta que elegimos no fue muy acertada. Aparcamos el coche en un parking al lado del puerto y rodeamos todo el casco viejo por el paseo de la costa hasta llegar a la catedral de Cádiz. El paseo era tan bonito como esperábamos, pero el suelo era realmente malo para patinar. Un adoquinado muy pronunciado que impedía que el patín rodase fluidamente. Esta ruta por tanto no es recomendable, pero no dudo de que haya otras zonas de Cádiz propicias al patinaje.
Córdoba
En Córdoba no nos llegamos a poner los patines, pues preferimos realizar una visita guiada a la ciudad y entrar a la mezquita. Sin embargo, me ha parecido una ciudad muy apropiada para patinar a la que volveremos antes o después.
Por último, aquí un pequeño vídeo de los paseos por Cádiz y Granada:
¡Hasta la siguiente entrada!